
Gustavo Álvarez, técnico de Universidad de Chile, expresó su satisfacción por la victoria de su equipo frente a Universidad Católica en el clásico universitario número 200. Destacó tanto la relevancia emocional del triunfo como su impacto en el ámbito futbolístico.
Álvarez enalteció la victoria azul “por lo que significa. Más que un festejo, termina siendo un desahogo. Fuimos de menos a más sobre el control del partido. Terminamos el primer tiempo mejor, pero sin claridad. Más tarde, el partido se hace áspero, buscamos por todos los medios y lo conseguimos en la última. Es un resultado justo. El equipo entregó todo, ahora tenemos tiempo para recuperarnos para la final del miércoles en la Copa Libertadores (ante Estudiantes de la Plata)”.
El estratega de los azules profundizó su análisis enalteciendo lo realizado por sus jugadores. Específicamente sobre Rodrigo Contreras, autor de su tercer gol consecutivo, el DT señaló que “Rodrigo viene haciendo un gran esfuerzo (…) Me alegro por todos, y particularmente por él. Los delanteros viven del gol. Es la función de los delanteros, pero hay un equipo que respalda y lleva al rival a jugar a campo rival”.
Consultado por el desgaste físico de sus jugadores, el entrenador fue claro: “Los clásicos se juegan como una final. Los golpes también tienen un plus. Hoy el equipo entregó todo”.