Es hora de despertar

Su historia no merece acabar así. Y si muchos piensan que todos los grandes deben tener un final trágico para convertirse en leyendas, creo que es el momento oportuno para cambiar la historia.

Por Constanza Sandoval Vera (@KotySandoval)

 

El consejo de todo el mundo cuando vas al casino es ‘cuando ganes, retírate. Si te quedas te arriesgas a perderlo todo. En cuanto tengas dinero en la mano, retírate’. Lo triste es que la mayoría de las personas aplican esa estrategia en gran parte de los momentos y decisiones de sus vidas. Pero Schumacher no. Él nunca se retiró, por eso ahora es tiempo de despertar.

Cuando Michael Schumacher regresó a la Fórmula 1 tras haberlo ganado todo, lo hizo por amor a su profesión. Él nunca se detuvo a pensar que quizás estando de vuelta en las pistas no volvería a ser ni la mitad del káiser que deslumbró al mundo con sus habilidades. Riguroso y preparado hasta del último detalle, ‘Schumi’ se subió a su Mercedes y vio cómo alguno de los niños que hace algunos años le pedían fotos en las pistas de karting, ahora pasaban a 130 KMS por su lado, dejándole atrás. Pero aun así, siempre esculpía una sonrisa al finalizar la carrera en el sexto o séptimo lugar, y no por conformismo, sino porque estaba haciendo lo que amaba. Por eso, hoy es hora de despertar.

Respetado como ídolo y como antagonista, Schumacher era la personificación del deportista disciplinado; con una calma y preparación física envidiables que no eran excluyente para ser el más veloz y desafiante sobre un monoplaza. Nadie podía ser indiferente al pulcro talento del alemán. ¿Ya dije que es hora de despertar?

Cuando Ayrton Senna falleció, muchos fanáticos de la máxima categoría automovilística perdieron el gusto por este deporte. Con el corazón roto muchos se alejaron de las pistas pensando que nunca más serían deslumbrados por el talento de un piloto, hasta que con 91 victorias y 7 títulos mundiales Michael logró reencantar la atención y reconstruir los trozos quebrados del corazón de una infinidad de fieles del mundo del motor. ¿No crees que ya es tiempo de despertar?

Este es sin duda el Gran Premio con las curvas más complicadas que el Káiser ha debido enfrentar. Pero debe saber, y ciertamente sabe, que hoy no es sólo su pie contra el acelerador, sino el de miles de personas alrededor del mundo que cada día pujamos con fuerza esperando el milagro. Su historia no merece acabar así. Y si muchos piensan que todos los grandes deben tener un final trágico para convertirse en leyendas, creo que es el momento oportuno para cambiar la historia.

Michael, tú ya eres leyenda. Por favor, regálanos una vuelta más.

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