En 1928 nuestra selección jugó ante los naranjas, tras no haber quedado en el cuadro final de los JJ.OO. de Ámsterdam. Una igualdad que es el único registro entre ambas selecciones adultas.

Por Ignacio Pérez Tuesta (@ipereztuesta)

Para el fútbol chileno, los JJ.OO. de Ámsterdam representan un hito histórico. Hasta ese año, Chile sólo había jugado partidos amistosos y los torneos Sudamericanos (Copa América), justamente ante rivales de este lado del mundo.

Por eso que el viaje a Europa no sólo era la primera gira internacional fuera de Sudamérica que realizaba una selección chilena, sino que además primera vez que se enfrentaría a cuadros de otras latitudes, que sólo se conocían por referencias. De hecho, es la primera vez que una Selección Chilena es despedida por un Presidente de la República: Carlos Ibáñez del Campo fue hasta la Estación del Norte (Mapocho) a saludar a los deportistas.

Es así como el 27 de mayo de 1928 Chile jugó por primera vez ante un rival europeo: Portugal, con quien se debía eliminar para decidir quién entraba al cuadro final de los 16 equipos que participarían en el torneo de fútbol de los JJ.OO. que estaba patrocinado por FIFA, por lo que –al igual que 1924- tenía el carácter de “mundial”.

El 3-1 que sufrió Chile (que vestía camiseta celeste con un cóndor negro en el pecho, de ahí su denominación de “Cóndores de Chile”) le impidió jugar en el torneo. Pero el viaje sirvió para enfrentarse a otros equipos y así fue como se organizó un “Torneo de Consolación”, donde se medirían equipos que habían quedado fuera de los JJ.OO.

Y en el marco de este torneo es que Chile jugó por primera vez ante Holanda. Fue el 8 de junio de 1928 en Rotterdam, quienes definieron el cuadrangular que también integraban México y Bélgica.

De acuerdo a la información oficial, los goles chilenos fueron anotados por Manuel Bravo y Óscar Alfaro a los 89’. Pero en una entrevista posterior de Manuel Bravo, quien analizó los resultados de esta gira, fue claro en señalar con respecto al partido con Holanda: “me cupo en suerte de ser el que colocó los dos goals”.

Este es uno de los pocos antecedentes concretos que hay de este partido en específico, ya que las crónicas hablan de la gira en general. Al terminar igualado 2-2 el cuadrangular tenía a tulipanes y chilenos en el primer lugar. Y el resultado fue curioso, como consigna Carlos Pérez en su libro “El dato futbolero”: “La definición se consigna mediante una moneda al aire, que favorece a los holandeses; éstos, en un gesto de amabilidad deportiva, conceden la copa a los chilenos. Es el primer trofeo ganado en la historia de nuestro fútbol”.

Tras eso el equipo celeste de Chile realizó una provechosa gira por Alemania y Francia y volvió a nuestro país, con la satisfacción de haber vivido la primera experiencia mundial de su historia.

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