Los ‘Reds’ de Jürgen Klopp jugaron su mejor partido por 70 minutos y estuvieron a punto de golear al equipo de Josep Guardiola, que se recuperó en los minutos finales y estuvo a un paso de empatarlo. Acá el detalle.

Por Laurencio Valderrama Poblete / Fotos: @LFC y  @ManCity.

Liverpool hizo la gracia y venció por 4-3 al poderoso Manchester City (con Claudio Bravo en el banco de suplentes), lo cual le permitió cortar su invicto y, además, seguir encendido en la parte alta de la Premier League, cumplida la 23a fecha.

Los ‘Reds’ venían muy golpeados por la partida de Philippe Coutinho y, además, tenían sed de revancha por el 0-5 de la ida. Eso lo aprovechó a la perfección el alemán Jürgen Klopp, porque sus 11 jugadores salieron como fieras a llevarse por delante al súper líder.

Fue así que el local abrió el marcador con una pelota que ganó el brasileño Roberto Firmino, quien cedió para Alex Oxlade-Chamberlain. El ex Arsenal no dudó y sacó un violento disparo cruzado para batir a Ederson Moraes a los 9 minutos.

El equipo de Klopp siguió presionando y Mohamed Salah tuvo una chance desperdiciada, pero cuando hubo que replegarse Liverpool lo hizo bien y mantuvo a raya a los ‘Citizens, que tuvieron más bien un par de remates desviados de De Bruyne y Sané, antes de un disparo del mismo belga que tapó el portero Loris Karius.

Una gran jugada colectiva, unida a una desaplicación defensiva, le permitió al City empatar a los 40′ por intermedio de Leroy Sane, quien aprovechó un cambio de frente de KYle Walker para encarar y fusilar al meta.

En el complemento, si bien el City tuvo el 2-1 con un cabezazo de Nicolás Otamendi al travesaño, luego los Reds fueron una impresionante ráfaga que estuvo a punto de golear al mejor equipo de Inglaterra hoy: a los 55’ Ederson estuvo notable en doble intervención ante Salah y luego con Oxlade-Chamberlain.

Tras ello, el mismo Ederson desvió al córner un remate de Salah (58′), pero luego Firmino anotó el segundo tanto de gran factura, al ganar la posición a un inocente Stones para picársela al portero brasileño (59′).

El 2-1 parcial envalentonó a los Reds que tuviero un remate al palo de Sadio Mane (60′) antes de un golazo del senegalés, que sacó un disparo de media distancia para anotar (61′). Esta vez el error fue de Otamendi, que perdió en la salida un balón con Salah, que cedió para el africano.

Como si fuera poco, Ederson falló cuando no debía fallar y despejó muy corto y al centro un balón. Esa jugada la aprovechó el egipcio Mohamed Salah para bombear la pelota sobre el meta (68′). Fiesta total en Anfield y Guardiola que no lo podía creer.

El City estaba listo para el nocáut y para una goleada de escándalo, pero se la jugó el DT español por el ingreso del portugués Bernardo Silva, que le dio algo más de orden al mediocampo y, además, anotó un sorpresivo 2-4 tras una buena acción colectiva entre Agüero y Gundogan, a los 84′.

Ese gol parecía anecdótico, pero Agüero tuvo amor propio y se generó de la nada un espacio para meter un centro para el alemán Ilkay Guendogan (90′), que la paró de pecho y batió al discreto portero Karius.

El partido ganó en emoción y, en los descuentos, el argentino Agüero tuvo el empate, pero su ‘palomita’ se fue desviada por poco. Acaso el empate habría sido injusto. Los hinchas locales que cantaron “We never walk alone” respiraron aliviados.

Con esta victoria, Liverpool subió al tercer lugar con 47 puntos y se mete de lleno en zona de Champions League, pero aún está lejos de Manchester City, que sigue líder con 62 unidades, aunque perdió su invicto de 30 partidos por este certamen (no perdía en Premier desde el 5 de abril de 2017, fue 1-2 ante Chelsea en Stamford Bridge).

Por la 24a fecha, el City de Guardiola recibirá a Newcastle el sábado 20, mientras que los Reds de Klopp visitarán el lunes 22 a Swansea City.

RS/lv