Entre golpes nacen los campeones

Cuántas veces algunos se cuestionan el día a día o critican y se lamentan por los fracasos de su vida, todos recibimos golpes a la quijada o bajo el cinturón sin que un árbitro cobre a nuestro favor.

Por Tomás Pardo (@TomasPardo)

Crespa, chilena y ganadora, así se puede describir a Carolina la primera chilena campeona mundial de boxeo, la que nos recuerda que nada es fácil ni simple.
En una sociedad donde cada vez se acostumbra a querer todo de manera rápida y por la autopista más expedita, el deporte trae consigo enseñanzas de vida y más aún, un aprendizaje empírico en doblar la mano al destino, o simplemente pararse de igual a igual contra la tempestad que azote a cualquier costa.
Con 29 años Carolina Rodríguez es la primera chilena en ser campeona de boxeo, más aún es bicampeona tras dejar en el camino a la brasilera Simona Da Silva Duarte. Dos títulos, dos cinturones que han tenido un reflejo no menor en su vida fuera del cuadrilátero. Es que para querer ser gigante sólo hace falta convicción, sacrificio y perseverancia.
Cuántas veces algunos se cuestionan el día a día o critican y se lamentan por los fracasos de su vida, todos recibimos golpes a la quijada o bajo el cinturón sin que un árbitro cobre a nuestro favor, en lo cotidiano es una lucha “callejera” donde el último en pie gana, sino, el retiro está a la vuelta de la esquina para poner la toalla sobre la cabeza.
Rodríguez aprendió a boxear desde muy pequeña de su hermano Erik, quien murió cuando ella tenía 16 años. Dio sus primeros saltos en un ring junto a él en La Pincoya, por lo que tomó como impulso a su mentor, y hasta el día de hoy lo honra con cada golpe preciso y bien punteado que recibe de los jueces.
Entonces cuán amarga puede ser la vida si en nuestro destino queremos escribirlo con tintes de victoria, cada segundo es vital para meditar y fijar metas, las caídas son pan de cada día, los triunfos sabores de victoria disfrutados.
Para muchos el deporte es sólo eso, para otros es una vida, sacrificio y superación. Parte de las culturas prehistóricas, miembro activo de la evolución, el deporte se encarga de revelar a los campeones quienes caen, pero al momento de actuar centran su vida en levantar el cetro de monarca.

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